Indignación entre pequeños productores misioneros a raíz de la denuncia efectuada por la Sociedad Rural a favor del uso de agrotóxicos en la provincia.
No causó sorpresa en la sociedad misionera la posición adoptada por la Sociedad Rural de Misiones en favor de atentar contra la salud de la población pensando solo en los grandes conglomerados económicos, cuyo único norte es el lucro. No solo es una posición argumentativa, sino que está prevista una presentación ante la Corte Suprema de Justicia: “Vamos a plantear la inconstitucionalidad de esta famosa ley de glifosato, pero apuntando no sólo a la provincia de Misiones porque en Chubut tenemos la misma situación”, señaló el titular de la entidad Nicolás Pino.
Este absoluto desinterés por la vida humana es coherente con su forma de accionar en defensa de sus representados. Uno de ellos, la familia Beitía, dueños de la empresa El Vasco S.A., productores y exportadores de Té, son actualmente investigados por la Justicia debido a fuertes sospechas que involucran el fallecimiento y enfermedad de empleados de la firma por contacto con glifosato.
Además, esta investigación en curso arrojó el dato que El Vasco afrontaría juicios millonarios en su contra. Esta información llama la atención debido a que este tipo de empresas posee una fuerte capacidad de lobby y un poder financiero capaz de torcer voluntades a gusto. Un ejemplo de esto último es el opaco papel de la UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores), con una nula defensa de sus afiliados.
Por supuesto que quienes motorizan y apoyan la denuncia de la SRA ante la Corte Suprema se encuentran en la misma situación que los Beitía, tanto financiera como legalmente: CyC S.A., Don Eduardo S.R.L., Urban Hermanos, J.S. S.A.
Finalmente, pero no menos importante, hay que destacar que muchos de los denunciantes, que producen en Misiones, emplean mano de obra misionera y obtienen sus ganancias en la tierra colorada, poseen domicilio fiscal en Corrientes.