Tras un extenso proceso judicial, el Tribunal Oral Federal de Resistencia ha emitido su veredicto respecto al caso de corrupción conocido como “Lavado II”, condenando a la exintendente Aída Ayala y a Jacinto Sampayo por sus roles en el desvío de fondos municipales. Ayala es suegra del diputado nacional (mandato cumplido) misionero Alfredo Schiavoni.
La justicia chaqueña emitió un fallo con repercusiones en Misiones. La posadeña Aída Ayala, que fue intendenta de Resistencia y diputada nacional por Juntos por el Cambio, fue considerada autora penalmente responsable del delito de fraude en perjuicio de la administración pública y condenada a tres años de prisión de ejecución condicional.
También se le ha impuesto la inhabilitación perpetua para el ejercicio de funciones públicas y una irrisoria multa de 90 mil pesos, efectiva en un plazo de 30 días tras la firmeza de la sentencia. Se le ordena fijar residencia por el mismo tiempo de la condena, así como realizar trabajos comunitarios no remunerados durante dos años.
Además de ser nativa de Posadas, Ayala tiene conexión con Misiones porque su hija, Maida With, está casada con Alfredo Schiavoni, quien fuera primero diputado provincial y luego diputado nacional por Cambiemos.
Por su parte, Jacinto Sampayo ha sido condenado como coautor penalmente responsable del delito de lavado de activos, recibiendo una pena de tres años y seis meses de prisión, además de multas correspondientes al doble del monto de la operación. Se ha decretado también el decomiso de los bienes adquiridos con fondos ilícitos.
Otros involucrados en el caso han recibido diversas condenas, incluyendo a Daniel Fischer, Carlos Huidobro, Pedro Alberto Martínez, Eulalio Bouza, Rolando Javier Acuña y Luis Guillermo Escobar.
Sin embargo, el tribunal absolvió a un grupo de personas, entre ellas Natalia Soledad Martínez Guarino, Fátima Jessica Rigassio, Mónica Centurión, Patricia Vázquez, Diego Alberto Martínez Guarino, Enrique Baumwollspinner, Elsa Graciela Martínez, Cristian Adrián Zapata y Víctor Hugo Quiróz.
Antes de conocer el veredicto, Aída Ayala se dirigió a la prensa expresando sus expectativas y confiando en la justicia. Durante el proceso, destacó varias declaraciones contundentes, incluyendo su tranquilidad ante la verdad y su voluntad de continuar adelante, además de cuestionar las motivaciones políticas detrás de su enjuiciamiento.
El caso se inició a raíz de denuncias sobre presiones y maltratos por parte de Jacinto Sampayo y su hijo hacia empleados municipales, desencadenando una investigación que reveló presuntas maniobras de lavado de activos, corrupción y fraude a la administración pública. La acusación fiscal señala a Ayala y Sampayo como líderes de una organización dedicada a apropiarse indebidamente de fondos municipales a través de contratos fraudulentos y empresas fantasma.
La lectura de los fundamentos de la sentencia está programada para el próximo 8 de Julio.